Descripción
La cuestión es que, en cuestiones de conciencia, todo funciona exactamente al contrario de cómo nos han enseñado, y basta para que uno quiera eliminar ciertos patrones de pensamiento para que nuestra mente cobre todavía más fuerza en su determinación a permanecer identificada con ellos. Tanto es así, que se podría decir que tomar consciencia de la propia existencia individual equivale a reconocer la profundidad de los condicionamientos a los que está sometida toda vida humana, incluyendo, por supuesto, la propia.