¿No son increíbles las estrellas? Cada una de ellas es una fuente de neutrinos, y cada estrella tiene el potencial de ser una fuerza que organiza e impacta el campo de consciencia. A lo largo de toda nuestra historia hemos mantenido una relación íntima con las estrellas. No importa en qué parte del globo estén enraizadas tus tradiciones, cuando tus ancestros contemplaban el cielo disponían de nombres. La Osa mayor, el Carro, las Pléyades, son todas mencionadas en la Biblia, y también se mencionan en el Bhagavad Gita. Las estrellas forman parte de nuestra consciencia.
Cada estrella es una fuente de neutrinos
Lo que tenemos que reconocer acerca de las estrellas, porque disponemos de una aquí mismo en nuestro vecindario, muy cerca de donde nosotros nos hallamos, es que son factorías de neutrinos. Más del 70% de los billones de neutrinos que recibimos por segundo provienen de nuestro Sol. Nosotros somos filtros para la consciencia del Sol, o, lo que es lo mismo, del potencial para la consciencia provisto por el Sol. No en vano lo hemos adorado durante la mayor parte de nuestra historia, como un modo primitivo de mostrar nuestro entendimiento. Hoy en día la mayoría de humanos simplemente están tumbados en la playa poniéndose morenos sin recordar lo que están absorbiendo más allá de los rayos ultravioletas.
Y no es solamente nuestro Sol, esta estrella cercana. Uno de los viajes más fantásticos que realicé tuvo lugar el año pasado mientras enseñaba la ‘Cosmología del Rave‘, en la que ofrecía un programa de 11 semanas dedicado a explorar el modo en que la historia de la civilización, partiendo desde las primeras civilizaciones sumerias, había estado determinado por ciertas estrellas y por sus posiciones. Lo más fascinante es que desde el momento en que comenzamos a mirar hacia arriba, comenzamos a crear el macrocosmos de nuestro microcosmos. Comenzamos a explorar la existencia más allá de nosotros mismos. Comenzamos a abrir nuestra consciencia. Y cuando comprendes que el neutrino es un efecto secundario natural de la vida de una estrella, esto es lo que nos permite ver que estamos de hecho absorbiendo y procesando aspectos únicos de la consciencia de estas fuerzas tan particulares.
Resulta interesante cuando piensas en la vida moderna, particularmente en la vida urbana moderna, porque toda la luz que emana de ese entorno hace que sean ya muy pocas las personas que logran todavía ver las estrellas por la noche. Cuan pocos son los seres humanos que siguen teniendo contacto con las estrellas. Sin embargo, son todas una maravilla, porque forman todas parte de un programa evolutivo más amplio en el cual todos los cristales de consciencia están alineados en esta vasta organización de materia oscura que es la totalidad.
Ra Uru Hu