DIFERENCIACIÓN
El Diseño Humano nos muestra que aunque todos compartamos la misma matriz humana, cada uno de nosotros ha nacido con una orientación única.
Cada uno de nosotros ha nacido con una impronta única que determina nuestra predisposición individual para la experiencia de ser humano en la vida terrenal.
Es como si fuéramos todos una variación de la misma arquitectura genética: la humana.
Lo que nos hace únicos y distintos a los demás no es nunca algo demasiado espectacular, nadie es tan único que tenga su centro Sacral situado en la cabeza.
Lo que nos hace únicos es una pequeña variación sobre un tema en el que somos distintos a lo normal.
Somos diferentes, sí, pero los demás también lo son. Y, al mismo tiempo, también somos semejantes: todos somos semejantes, porque todos somos humanos, así que nadie es especial.
El Diseño Humano gira enteramente en torno a la unicidad de cada individuo.
Lo único que el Diseño Humano revela acerca de la humanidad como un todo es lo profundamente perdida y atrapada que ha estado siempre en las dinámicas homogeneizantes del No-Ser, y el hecho de que no hay a quien echarle la culpa de que sea así, por mucho que nos empeñemos en ello.
Esto es sabiduría fundamental acerca de la naturaleza de lo que implica vivir como humano en el plano mundano.