No sería hasta llevar más de siete años viviendo aquí que pude descubrir que este era un lugar en el que ciertos individuos llevaban mucho tiempo intentando vivir en armonía consigo mismo, y que en su manera de abordar la vida cotidiana descubrieron cosas que ningún gurú ni ningún maestro habían enseñado jamás en ninguna parte. Descubrí también que los seres humanos pueden tener miedo a ser únicos incluso en un lugar como Ibiza.

Porque ser único no es algo relativo, sino que es algo absoluto. Sin embargo, si no comprendes el modo en que el absoluto de tu unicidad se manifiesta a través de la propia forma que habitas, entonces la comparación es lo único que te queda. Si no sabes cómo honrar aquello que es único en ti, nadie lo podrá hacer nunca en tu lugar.

El Diseño Humano provee un conjunto completo de herramientas tallados a la medida de cada individuo que le permite construirse una vida hecha en concordancia con la unicidad con la que la naturaleza humana se manifiesta a través de ti, y todo lo que tienen que hacer es experimentar con la aplicación práctica de las claves mecánicas correspondientes a su diseño individual en su propia vida cotidiana.

El Diseño Humano no es para creyentes de ningún tipo. Está hecho para aquellos que están dispuestos a implicarse en la experimentación directa con el potencial de trascender la homogeneización de su mente racional y potenciar la diferenciación de su conciencia individual.