El Manifestador es un ser puramente energético, que dispone de su energía con autonomía total. Tiene algún centro motor conectado a su garganta: esto le permite manifestar por su cuenta y riesgo, sin ninguna necesidad real de alcanzar el consenso con los demás.
Es un ser que no puede dejarse controlar por nadie. De niños, no informan ni piden permiso para hacer lo que les apetece; con el consiguiente susto para las personas responsables de ellos, los padres y allegados, que procurarán por todos los medios (castigo y represión) no volver a llevarse un susto semejante.
El niño Manifestador suele sentirse injustamente tratado cuando le niegan irracionalmente el permiso para manifestar los impulsos que nacen en su interior. A menudo, se sienten condenados o reprimidos, sin entender realmente lo que está ocurriendo.
Manifestador y el Tema del No-Ser: la rabia
El círculo vicioso de la rabia tiene sus raíces en las personas de este tipo. El Manifestador aprende de niño a no pedir nada nunca más y a no confiar en nadie: procurará, de esa manera, que nadie vuelva a tener oportunidad de negarle nada. Como consecuencia de esta actitud, las personas que tratan con ellos no se sienten tenidos en cuenta, y viven la autonomía del Manifestador como una amenaza, oponiéndoles resistencia. Y es esta resistencia (justificada, por cierto), la causa de la rabia de todos los Manifestadores.
Cada tipo encuentra en la comprensión de sus mecánicas naturales una forma natural, una estrategia vital; con la que romper el círculo vicioso del programa condicionante adquirido.
Si son todavía niños, a los Manifestadores hay que enseñarles a pedir permiso, y no denegárselo nunca sin razones objetivas. Si son adultos, es demasiado tarde para enseñarles a pedir permiso, y su estrategia pasa a ser la de informar antes de actuar.
Informando, el Manifestador logra eliminar las resistencias de los demás, que reconocen la consideración que el Manifestador muestra por ellos; y, a la vez, se ahorra los ataques inesperados de rabia porque conoce anticipadamente la postura de los demás. Ahora puede actuar con conocimiento de causa, y no persiguiendo el aplauso ni la aprobación que no recibió cuando era pequeño.
El Sistema de Diseño Humano es una síntesis mecánica que revela cómo funcionas sintetizando la predisposición del potencial de todas tus características físicas y cognitivas, en una sola fórmula mecánica a la que llamamos ‘Tipo’. Esta fórmula mecánica describe la manera natural y correcta de sostener y nutrir tu diferencia individual en relación al resto del mundo.
¿Quieres conocer más sobre el manifestador? ¡Te invitamos a escuchar a Alokanand Díaz en este video!