La mente… a mí me encanta la mente. Yo nací con mi sol de personalidad en el Cuarto de Iniciación. Todo en mi sentido del propósito en esta vida se realiza a través de la mente. Yo conozco su belleza. Conozco la belleza de usarla para poder transmitiros las cosas que son viables y que pueden tener un valor útil y práctico para vosotros. La autoridad externa de la mente es un potencial extraordinario. Pero también sé a un nivel muy profundo, porque ha formado parte de mi propio proceso, que la mente es absolutamente inútil cuando la usas como fuente de autoridad interna.
No obstante… y sin embargo, yo estoy atravesando mi tercer ciclo de 7 años desde que recibí estos conocimientos, y la realidad es que la estrategia del No-Ser de mi centro de la Cabeza sigue estando ahí, y no es como si alguna vez fuera a desaparecer, porque no lo va a hacer. Nunca va a desaparecer. La mente de tu No-Ser nunca se va para no volver. Cualquier centro abierto va a sentirse siempre atraído por aquello que lo puede definir. Siempre. Lo que no puede es llegar a erigirse en fuente de la toma de decisiones en tu proceso de vida. Esto no puede llegar a ocurrir, porque saber evitar eso es la única cosa que te salva de verte atrapado en tu propia sombra.
Veis, su pudierais echar una ojeada a mi estudio veríais cuál es mi manera de contemplar el mundo de la diversidad. Veríais que tengo un ordenador encendido por aquí, y en este otro lado tengo una canal de noticias que está accesible las 24 horas del día, y por allí tengo algo más,.. Hay todo tipo de fuentes de información con las que, momento a momento, me estoy conectando en mi proceso a lo largo de cualquier día. Pero aunque cualquiera de estas fuentes presente algo que me intriga, eso nunca conduce a que yo necesite saber de qué se trata. Es una pregunta que se responde a sí misma o que no lo hace. Y eso conduce a que se produzca algún tipo de movimiento en mi proceso o al simple reconocimiento de que no se trata de algo que sea importante porque no marca ninguna diferencia para mí.
Siempre me divierto cuando algunos estudiantes míos me envían, ya sabéis, enlaces a todo tipo de páginas web diversas que contienen información que desean compartir y todas esas cosas. Sin embargo, aunque comprendo muy bien ese proceso, mi forma natural de ser no tiene nada que ver con eso. Con mi centro de la Cabeza sin definir, yo no voy a desperdiciar absolutamente ningún tiempo en darle vueltas en la mente a algo que necesite ser resuelto. No lo hago, porque para mí eso es una trampa de mi mente racional. No hay nada que yo pueda hacer, desde un plano estrictamente mental, que jamás me pudiera beneficiar. Nada. Lo mejor que puedo hacer es no complicar nada mezclando demasiadas cosas, y aún eso resultaría complicado.
Escuchar el modo en que mi propia mente racionaliza la distorsión provocada por la apertura en mi centro Sacral, en mis emociones abiertas, en mis centros de la Raíz y de la Cabeza. Tengo cuatro centros sin definir en mi diseño, lo que significa que tengo un diseño muy abierto al condicionamiento externo. De hecho, tomando solamente mi cálculo prenatal, yo sería un proyector mental, con el canal 43/23 como única definición y apertura en todo lo demás. La gente vive en la ilusión de ver a un Manifestador del ego con perfil 5/1 y con una definición simple, y me ven como alguien con una naturaleza mucho más fija de lo que realmente es. Porque si miras desde dentro enseguida ves que no es verdad. Basta con mirar lo que hay en mi diseño para ver toda la apertura a la que estoy predispuesto, y eso es algo de lo que yo he sido consciente a lo largo de toda mi vida.
Cuando mira atrás y contemplo mi forma de ser antes de recibir estos conocimientos, mi vida entera se manifestaba a través de esos cuatro centros abiertos que hay en mi diseño. Quiero decir, que absolutamente todo en mi vida ocurría a partir de esos cuatro centros, y que todo lo que significaba algo para mí estaba invariablemente ligado a ellos. El motivo de que todo lo que me importaba guardara alguna relación con esos centros abiertos es debido a que mi mente funciona en estricta concordancia con ellos, y la identificación es tan profunda que no basta con saberlo conceptualmente, sino que es algo con lo que experimentar por uno mismo.
Ra Uru Hu