Descripción
No sólo es el amor el más profundo de todos los misterios, sino que es también lo único que nos permite vivir aceptando todos los demás misterios, y asumir la limitada perspectiva de nuestra condición humana. En esa limitación existencial con la que todos nacemos, los síntomas del amor nos arrastran a ser devotos servidores del imperativo genético de la reproducción, lo que nos convierte en los ‘tontos útiles’ de la conciencia del amor atrapada en una forma que solamente parece abarcar la mitad de una extraña ecuación existencial.